El pasado 6 de Febrero tuvo lugar con motivo de la iniciativa "Paseo Naturales" de la Guía de Servicios de la Diputación de Toledo, un recorrido por el entorno del embalse de Finisterre que figuraba dentro de la misma. El grupo estuvo coordinado por Angeles Mancebo, coordinadora de la Agenda 21 Dulcinea y, entre otros, asistieron Patricia Serrano, educadora ambiental de El Borril, y Jesús Santiago, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tembleque
Iniciamos el paseo desde la ermita del Stmo. Cristo de Tembleque entre campos de cereal y algunos olivos. Según íbamos ascendiendo por la ladera de Cabeza Arada aparecían pequeñas manchas de vegetación típica mediterránea de tomillares y espartales entre los cultivos de olivos y almendros.
En la primera parte del recorrido vemos quedan algunos postes del tendido eléctrico que suponen un grave peligro para las aves, junto a otros ya protegidos:
Los cazadores abandonan las vainas de los cartuchos. Gracias a la voluntariedad de los participantes, el lugar queda sin rastro de residuos:
Desde la cumbre divisamos el embalse que ese día tenía un volumen de agua de 14,62 hm3, al 10,53% de su capacidad, doblando la cantidad de agua que tenía en la misma fecha hace un año. Su belleza nos hace recordar que en sus proximidades se asentaron poblaciones humanas desde la Prehistoria, quedando restos de la Edad de los Metales en los alrededores.
Entre los múltiples detalles que observamos en la ruta, nos gustaría destacar:
- Un zampullín y un cormorán rivalizando en el agua.
- En la ladera del Cabeza Arada que desciende hacia el embalse encontramos un ejemplar muy bien conservado de acebuche (Olea europea sylvestris). Al descender divisamos madrigueras de conejos y sobre nuestras cabezas sobrevolaban cinco buitres leonados.
- Una mariposa Colias crocea de intenso color naranja que desaparece rápidamente y una Lonchaea negra metálica que nos avisa de que la primavera está próxima. A lo largo del sendero nos acompañan las zarzamoras, tarayes y el escarmujo. Las matas de Verbascum en el sendero empiezan a reverdecer.
Finalizamos el recorrido en la ribera del río Algodor junto a los álamos, los carrizos y varias alondras. Fotos recibidas de Jose María Rodriguez Lorenzo
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